Neurobiología del asco. Por Guillermo García-Saúco.



     El asco es una reacción inconsciente que poseen gran parte de los mamíferos. De acuerdo con la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, sentir repugnancia es beneficioso para la salud, ya que, de alguna manera, nuestro organismo interpreta que debe protegerse de enfermedades o fuentes de patógenos. 

     Según indica la doctora Val Curtis, directora de la EHMT, la sensación de asco provoca un comportamiento higiénico, lo que permite protegernos de agentes infecciosos. El simple hecho de lavarse las manos bloquea uno de los caminos de entrada de patógenos en nuestro cuerpo. 

    El rechazo en forma de asco hacia determinados estímulos externos que se aproximan o entran en nuestro cuerpo puede traducirse en arcadas, náuseas y hasta vómitos, siendo, por lo general, una reacción normal para evitar la intoxicación, envenenamiento o enfermedad. Sin embargo, en algunas personas el asco se vuelve desorbitado e injustificado (aparentemente). En esas situaciones, se debe indagar más y consultar a un especialista, pues el asco forma parte de algunos trastornos psicopatológicos. Algunos de estos casos, también llamados “fobias”, impiden a las personas que las sufren exponerse a situaciones que pueden provocar crisis o incluso hacer de su día a día algo difícil. 

    Bonifacio Sandín, catedrático de Psicopatología e investigador en el grupo de investigación de Psicopatología y Salud de la UNED, indica que “el asco nos protege, pero también llega a generar trastornos cuando sobrepasa su valor funcional, induciendo respuestas excesivamente intensas o inapropiadas”. Añade también que “existe cierta evidencia de su implicación en casos de anorexia, bulimia, Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), disfunciones sexuales e hipocondría”. 

    En lo que están de acuerdo los investigadores es que es necesario un mayor esfuerzo investigativo para intentar comprender los mecanismos profundos de aparición del asco en el sistema cerebral para, de alguna manera, conseguir mejores diagnósticos contra fobias y ascos psicopatológicos.

Fuentes:
(1) Sentir asco es sano en Revista Muy Interesante: https://www.muyinteresante.es/salud/articulo/sentir-asco-es-sano
(2) El asco, el “ingrediente” olvidado de algunas enfermedades mentales en elmundo.es: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2009/10/23/neurociencia/1256289352.html
(3) Sandín, Bonifacio, Chorot, Paloma, Santed Germán, Miguel Angel, Valiente, Rosa M. y Olmedo Montes, Margarita. (2008). Sensibilidad al asco: concepto y relación con los miedos y los trastornos de ansiedad. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica (v.13, n.3), 2008, p. 137-158.


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