Entradas

Mostrando entradas de abril, 2018

Comemos lo que las bacterias quieren. Por Amaloha Casanova Méndez.

Imagen
La flora bacteriana que habita en nuestro intestino puede manipular la conducta alimentaria. Departamentos médicos y psicológicos de distintas universidades de EE.UU, publicaron en el 2014 un interesante artículo sobre los microbios dentro del tracto gastrointestinal manipulando el comportamiento alimentario a través de varias estrategias distintas, por ejemplo pueden generar antojos por alimentos que estos microbios necesitan comer o en los que están especializados, o suprimir alimentos que no les gustan ( competidores). Tenemos más bacterias que células en el intestino y son capaces de generar toxinas que cambian el estado de ánimo del individuo, pueden cambiar los receptores del gusto, alterando el sabor de los alimentos, pueden modificar la producción de hormonas de saciedad y sabotear una amplia variedad de sustancias químicas que actúan en la transmisión de impulsos cerebrales (neurotransmisores) (Alcock, Maley, & Aktipis, 2014) La obesidad, la ansiedad, la d

Neurobiología del asco. Por Guillermo García-Saúco.

Imagen
     El asco es una reacción inconsciente que poseen gran parte de los mamíferos. De acuerdo con la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, sentir repugnancia es beneficioso para la salud, ya que, de alguna manera, nuestro organismo interpreta que debe protegerse de enfermedades o fuentes de patógenos.       Según indica la doctora Val Curtis, directora de la EHMT, la sensación de asco provoca un comportamiento higiénico, lo que permite protegernos de agentes infecciosos. El simple hecho de lavarse las manos bloquea uno de los caminos de entrada de patógenos en nuestro cuerpo.      El rechazo en forma de asco hacia determinados estímulos externos que se aproximan o entran en nuestro cuerpo puede traducirse en arcadas, náuseas y hasta vómitos, siendo, por lo general, una reacción normal para evitar la intoxicación, envenenamiento o enfermedad. Sin embargo, en algunas personas el asco se vuelve desorbitado e injustificado (aparentemente). En esas situaciones, se d